20 Lecciones del Liderazgo de Jesús
Casi ya 2,000 años desde su crucifixión, las palabras, enseñanzas, y acciones de Cristo hacen eco hasta nuestros tiempos.
Por favor! Nadie ha logrado partir
tu historia y la mía con su nombre. La humanidad se divide en A.C y D.C -
respectivamente.
Hasta donde yo sé nadie usa como
referencia Antes de Buda o Después de Mohammad.
Todo gira en torno a Cristo.
El mundo entero [casi todo el mundo ok] celebra su cumpleaños: la tan esperada
y colorida Navidad!
Muchas veces las enseñanzas
de Dios-Hombre son tomadas de manera muy religiosa.
Se nos ha enseñado a ti y a mi que
debemos imitarle - pero oh cuan difícil es, se nos condicional, al mismo
tiempo.
La vida en Cristo es sin duda un
freno para todos los males de la humanidad.
Imagina una sociedad donde todos
pudieran amar a su prójimo.
Según los sociólogos tendríamos
sociedades altamente productivas: el obrero serían bien
remunerado, el rico no le explotaría, existiría salud para todos, educación
accesible, en sí, una fuerza laboral bien alimentada, segura, protegida -
por consiguiente: PRODUCTIVA.
En su libro "Si
Jesús fuese alcalde", el autor Bob Moffit nos hace
una propuesta tentadora y ofrece soluciones potenciales a los problemas
endémicos más sentidos en el mundo.
Se realizan hipótesis que si Jesús fuese
alcalde, usaría su liderazgo para movilizar recursos y cambiar las naciones
mediante acciones concretas de cambio, transformación de vidas, y desarrollo
sostenible.
Qué tal si Jesús lider espiritual fuese
alcalde de tu nación? Ciertamente no tendríamos una dictadura y una
crisis económica.
Hoy te voy equipar con 20
lecciones del liderazgo de Jesús de Narazaret, este gran Hombre, Dios en la tierra, que nos
dejó para que podamos transformar y discipular nuestra nación. Espero disfrutes estas características de Jesús como líder.
1. Ser un buen orador público
Algo que caracterizaba de manera muy remarcable a Cristo era su habilidad de hablar en público ante grandes masas.
Pero también, lo esencial radica en que ser un orador público efectivo significa que podes impartir un discurso sin diluir su esencia ante un grupo grande o pequeño de personas.
Cristo hablaba a sus doce apóstoles así como hablaba multitud de miles en el sermón del monte - es decir con la misma ecuanimidad, elocuencia, y tono.
Hablar en público es una destreza de alta demanda. No hay nada más atractivo en un profesional que impartir un discurso o conferencia de manera carismática y elocuente.
Sebastián Lora, un comunicador eficaz, nos dice en su blog que dominar el arte de hablar en público nos hace ganar competitividad en el mercado laboral.
Y aquí te presento las razones por las que nos dice esto:
Todos estos estudios se han hecho a nivel global y la conclusión es la misma: hablar en público es una habilidad para pocos.
Tu y yo somos de esa manada pequeña y absorbiendo un liderazgo como Jesús en llevar un mensaje público, lograremos transformar nuestra sociedad.
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2. Hablar con asertividad
Esta cualidad va de la mano con la anterior, pero para ser más específico, me refiero en la interacción uno a uno.
Cuando Caifás le pregunta a Cristo si el es el Rey de los Judíos, este responde con asertividad: "Tú lo has dicho".
En otra ocasión, Anás y el Sanedrín interrogan a Jesús juzgando sus enseñanzas, a lo que este responde confiadamente: "He hablado públicamente a todo el mundo. Siempre enseñé en las sinagogas y en el templo, donde todos los judíos se reúnen, y no dije nada en secreto. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a quienes oyeron lo que les dije. Ahí están, ellos saben bien lo que dije”
Por tanto, una de las lecciones de liderazgo que Jesús nos deja es que cuando alguien acuda a nosotros, le brindemos seguridad y confianza hablando con asertividad.
En su blog de psicoterapia, Darlene Lancer nos define la asertividad como un balance de dos cosas:
¿Verdad que es un apagón horrible acudir a alguien supuestamente experto y que te digan "Fijate pito que no estoy seguro, dejame preguntar"?
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3. Ser humilde
Te comento que esto va más allá de querer ser humilde. Muchas veces creemos que eso nos excusa.
Te has encontrado con personas que dicen "Tenemos que mejorar nuestras costumbres, y soy el primero en incluirme" - esa generalmente es humildad falsa por que decir eso en público no te hace humilde.
El liderazgo de Jesús nos deja la siguiente lección: ser humilde es que la gente ni sepa que querés ser humilde...que ni se den cuenta que estás intentando.
Aquí un episodio de Podcast donde Carlos Malfatti nos explica por qué un profesional debe ser siempre humilde:
En diversas ocasiones, Jesús sanaba a alguien o le brindaba algún tipo de autoridad y acto seguido les decía: hey hey, no le digas a nadie que fui yo, oiste.
Jesús se despojaba de la vanagloria, no quería flores ni aplausos, y al momento de solicitar esto en privado, ya era testimonio vivo de humildad por que NADIE se estaba dando cuenta de su intención.
Ni siquiera esa persona sabía. Más bien seguro pensaba que Jesús andaba en otros asuntos.
O fijo pensaban que Jesús temía por su vida y por consiguiente quería andar clandestino.
Así que cuando ejerzas liderazgo, que tu humildad no sea percibida como un esfuerzo de querer ser humilde, si no más bien como un intento genuino de querer tapar tu protagonismo a toda costa.
4. Servir a los demás
Aquí servir puede caer bajo diversas modalidades: humanitario, conveniencia, ego, o superhéroe soy.
Servir y liderazgo no sólo van de la mano, van esposados. La primera es un subproducto de la otra.
El mayor ejemplo que tu y yo recordamos quizás es el momento en que Jesús lavó los pies a sus discípulos.
Con este ejemplo hay mucha tela que tejer. Esto no sólo fue un simple acto de higiene ni tampoco un acto denigrante e indigno sólo para enseñarnos que la vida es dura.
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Al contrario, Jesús nos dijo a ti y a mi que cuando tengamos dones y talentos, autoridad, respeto, y cuando las personas piensen más en alto de nosotros, es ESE el momento en que debemos desplegar un acto de servicio sacrificial.
Sólo así podemos causar eco en las generaciones venideras así como Jesús después de dos mil años aún lo hace con sus enseñanzas.
Servir va más allá del beneficio del prójimo - es una ola frecuencial que sacude los cimientos de generaciones venideras y un recordatorio de lo que un buen líder está hecho.
Para servir efectivamente a otros, debemos considerar lo siguiente:
- Entender la necesidad si es ayuda de emergencia, restauración, o algo sostenible a largo plazo: por ejemplo, se trata de llevar al médico a alguien en la oficina? Se trata de enseñar habilidades blandas? O de apoyar para que alguien consiga una beca y saque una maestría?
- Es importante garantizar la participación de las personas que servís para mutuo aprendizaje
- Escuchar atentamente lo que necesita la persona para entender de qué manera podes servirle.
- Determinar si eres tu el que debe servir directamente o si tu acto de servicio requiere brindarle los contactos de la persona que puede servirle mejor.
- Todo el servicio que proveas que sea imparcial y equitativo para todos.
- Trata de capacitarte lo más que podas en tu campo para que seas un elemento intrínseco de servicio.
5. Comunicar efectivamente
Jesús utilizaba una de las habilidades más cotizadas hoy en día para comunicar: storytelling.
Esto es lo que se conoce como la habilidad de contar historias.
Te comento que esta habilidad, considerada ya ciencia por muchos, es efectiva en capturar la atención de las personas y hacer que tu mensaje sea absorbido con más facilidad.
Contar historias se ha vuelto la norma en los negocios para promover sus marcas ya que 92% de consumidores alrededor del mundo demandan que los negocios hagan sus anuncios en formato de historias.
Esto es por que la historia se siente más personal y la gente se identifica por que lo relacionan con sus vidas.
Jesús conocía este factor humano y sabía como dar en el clavo con sus parábolas, todo contextualizado bajo las leyes, escenarios, e ideologías de esos tiempos.
Hablaba mucho acerca de expandir su Reino o el mensaje del evangelio como el acto de sembrar una semilla de mostaza.
Compara las creencias de los hombres como distintos tipos de tierra para sembrar y arar.
Jesús conocía que al contar historias, los cerebros de los hombres producían dopamina, una de las sustancias que provoca el estado de felicidad. Al experimentar este proceso, el aprendizaje se vuelve más fácil y preciso.
La neurociencia ya ha hecho amplios estudios acerca de esto y también encontraron que se liberan otras hormonas como la oxitocina o conocida como "hormona del amor".
A ese nivel de emoción puede afectar el contar historias a otro ser humano.
Tu y yo como quizás tenemos algo de buenos para contar chistes - empecemos a transformar esa habilidad en contar historias de impacto.
De acuerdo a la poderosa plataforma de conferencistas, TED Talks, existen unas reglas establecidas para tener éxito en contar historias.
Si las seguís, vas ir por buena dirección para iniciarte en esto y tu liderazgo será valioso e inolvidable así como tus mensajes. TED Talks las estableció como lineamiento para su plataforma, pero aplican en general y yo te las pongo en nuestro idioma:
- Si la patria es pequeña: así como decía nuestro poeta Rubén Darío, para contar historias aplica también este principio de soñar en grande. Cada vez que vayas a contar una historia pensa en cómo va cambiar al mundo o el impacto que va tener a largo plazo.
- Descobijáte! Para contar historias tenes que ser suelto, ser tu mismo, con tus gestos, tu voz, tus manerismos, toda tu esencia se debe percibir en el momento que contes una historia. Sé natural y fluido.
- No le busques tres pies al gato: busca palabras sencillas y frases simples aún cuando tengas que explicar temas complejos. Un buen contador de historias no es alguien que suena como un experto, es alguien que explica fácil.
- Movele el tapete: siempre es bueno que tu historia toque esas fibras sensibles de tu audiencia - que tu objetivo sea hacerlos reír, llorar, o enojar - pero que genera alguna emoción!
- No te las tires: la gente quiere alguien llevadero, humilde, que se mire entregado, no alguien presumido. Tene cuidado en tu hablar, como te expresas, por que la gente tiene los ojos sobre ti.
- No te salgas por la tangente: si vas a contar historias que esa sea tu única actividad, no estés tirando chinazos a nadie o dile a Pedro para que entienda Juan.
- Volando lengua: al contar historias tenes que dejar un espacio para dialogar con la audiencia, interactuar, disentir, debatir. Eso es lo rico de contar historias que generas conversación.
- No te distraigas: no busques nada ni te apoyes de tu celular o de buscar otra información. Las historias se cuentan a lo natural sin ayuda de recursos. Por eso son historias! Por que sucedieron y el narrador fue testigo y puede contarla fácilmente.
- Parála: sabe cuando terminar la historia. El tiempo es esencial. Si ya te pasas mas del tiempo la gente comienza a aburrirse y no vas a causar ningún impacto en tu mensaje.
- Partíla: si vas a comezar tu historia tené como objetivo principal partirla. Que al final cuando termines la gente quede impactada.
6. Tener una visión y metas
Como todo un líder altamente efectivo, Jesús tenía una visión y una meta.
Tenía un norte que lo direccionaba, que lo guiaba, un termómetro que le anunciaba cuando estaba bien y cuando estaban calientes las aguas.
En el caso de Él, su visión era que todos los hombres fueren absueltos de sus pecados y su meta era morir en la Cruz - y que nada ni nadie interfiriera en ese proceso o le desanimara.
En una ocasión, uno de sus discípulos más impetuoso, Pedro, se le acercó y trató de persuadirlo en amor a que no prosiguiera con su meta, a lo que Jesús le dijo que lo dejara en paz.
El mensaje está claro, lo hagan con buenas o malas intenciones, va sobrar gente que va querer frenarte de tus metas y va querer ofuscar tus visión.
Un líder como Jesús no va permitir eso y va continuar caminando, gateando, renqueando, o como sea pero va continuar avanzando.
7. Aprender la pasión y priorizar
Jesús tenía mil y una preocupaciones. No es por nada que está documentado que sudó sangre mientras oraba de tanta angustia y agobio que sentía.
Pero en medio de todo lo que el debía hacer, sanar enfermos, dar palabras de aliento, formar a sus discípulos, Él entendió una cosa: su prioridad y pasión era expandir el Reino de Dios.
Cuál es tu prioridad en la vida? Los líderes son personas que deben entender bien este concepto.
Cualquiera que sea tu ocupación y tus responsabilidades, debe existir una prioridad global, general, que te mueva día con día.
Jesús sabía lo que le apasionaba, sabía que hacer la voluntad de Su Padre y expandir su Reino era lo que ameritaba atención central.
8. Delegando efectivamente
De cualquier manera, Jesús siempre necesitó apoyarse en otros para lograr sus objetivos.
Como líder, encargar tareas a las personas aptas y dispuestas para alcanzar tus metas es lo que se llama: delegar efectivamente.
Delegar tareas ayudaba a Jesús a echar andar todo con mayor fluidez - Él no se detenía en detalles como ir a buscar pan o pescado. Eso se lo encargó a Felipe.
Aquí un podcast del Coach Ejecutivo y Terapeuta Profesional, Antonio Beltran Pueyo, para aprender a delegar rápido y fácil:
Cabe mencionar que se acompañó durante su ministerio de 12 hombres a los que capacitó y fortaleció en distintas áreas de sus vidas.
En ellos delegaba muchas cosas para que estos pudieran desarrollar sus capacidades y al mismo tiempo ayudar que Jesús lograr sus objetivos.
Esta lección de liderazgo te ayudará a no quemarte cuando tengas diversas responsabilidades.
9. Saber tomar críticas
Imaginate que con la autoridad que tenía Jesús y El sabiendo que era el Hijo de Dios, no se irritaba cuando la gente lo llamaba brujo, hereje, y cualquier otro epíteto, o bien cuando criticaban sus actos.
Por tanto, la lección de liderazgo es clara: sabe tomar las críticas de la mejor manera. No tomarlo personal.
El Rey David cuando lo maldecían o criticaban, llegó a decir: ojalá que esas maldiciones se volvieran bendiciones. Era lo único que esperaba el hombre, nada más.
Los judíos, una de las sociedades más influyentes y productivas en la historia de la humanidad, y no por nada son el Pueblo de Dios, son conocidos por tomar críticas de manera efectiva.
Tu le decís a un judío "mire, está haciendo pésimo su trabajo, es un inútil" y fijo te responde "en serio? Ok, voy a tratar de mejorar" y el maje fijo comienza a cranear como ser mejor.
Tu y yo generalmente nos irritamos o tratamos de defendernos o excusarnos cuando alguien nos saca los trapitos al sol.
Aceptar la crítica es uno de los secretos de éxito en los negocios para estos hombres.
Jesús el líder modelo lo sabía muy bien y nos ha dejado esa lección de liderazgo para que procuremos ser mejor, aún cuando la gente nos señale con el dedo.
10. Saber cuando enojarse
Enojarse no tiene nada malo siempre y cuando sea por una razón justa y con la porción adecuado.
Jesús se sintió altamente ofendido cuando los mercaderes vendían en la casa de su Padre, y les habló fuerte y hasta volcó sus mesas.
El mensaje es que podes mostrar reacciones adversas cuando algo sale mal o cuando ves un acto de injusticia en tu organización.
Un líder puede enojarse. La inteligencia emocional no es que vas a hacer una planta en una macetera - sembrado ahí sin hablar ni reaccionar ante nada.
El enojo debe ser canalizado adecuadamente para manifestar que algo es de tu completo desagrado.
Es sano, también, pues la gente empieza a conocer lo que te disgusta y procuran no hacerlo, lo cual, al final lleva todo en la dirección correcta: sin disturbios.
La ciencia ya demostró que los efectos del enojo pueden tener grandes ventajas para tu vida: restaurar relaciones ya que las personas tienden a conocerte mejor, enciende nuestra pasión por las cosas ya que cuando nos enojamos tendemos a motivarnos más por esa meta en particular, nos ayuda a conocernos más y saber que puede ser fuerza o debilidad.
11. Tener gozo vocacional
El Hijo de Dios fue un humilde carpintero y lo hacía muy bien y se deleitaba en su profesión.
Los historiadores y eruditos que conocieron y documentaron la vida de Jesús aseveran que este tenía gozo vocacional.
El gozo vocacional es algo muy poderoso y puede transformar tu vida. Transformó naciones enteras!
Las naciones potencia como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, fueron fundadas por hombres que se caracterizaban por su gozo vocacional.
Es decir, les encantaba trabajar en su profesión y por consiguiente lo hacían todo a perfección.
Jesús conocía muy bien el concepto del trabajo y entendía que el hombre necesitaba trabajar y pagar sus impuestos.
Se cuenta que Jesús fue el sucesor del negocio de su padre, José, y continuó apoyando económicamente a la familia con el negocio de carpintería.
Jesús entendía y nos enseñó que el trabajo es razón suficiente para estar contentos, para sentirnos dichosos y honrados.
12. Entender a las personas
El liderazgo de una persona debe trascender género, raza, creencias, apariencias.
Jesús era un líder que se integraba con los menos comprendidos de su sociedad y les escuchaba, conocía sus necesidades, y daba el apoyo oportuno.
En su encuentro con la mujer samaritana, en Juan 4, Jesús escucha los problemas y aclara todas las dudas de esta.
En su encuentro con Nicodemo, de igual manera, Jesús entiende las dudas de este hombre religioso, le escucha, comprende su trasfondo y su entendimiento de las cosas.
Jesús llegó al punto de entender hasta a la persona que lo traicionó: Judas. Él entendía bien sus intenciones, comió con el en la última cena, y no se inmutó por que entendía a Judas, entendía que su corazón estaba desviado a la codicia.
Tu y yo debemos de entender a las personas por que cómo líderes, necesitamos apoyarles en lo que necesiten y sea de transformación para ellos.
Ciertamente, desde cualquier punto de vista, Jesús empoderaba a las personas y es algo que todo líder debe hacer.
Una cosa es delegar tareas a las personas aptas y dispuestas, otra es entregar autoridad para que las personas tomen iniciativas.
Jesús les dió la potestad de hechar afuera demonios, una autoridad divina.
Le dió las llaves de los cielos a Pedro, literal o figurativamente, pero sí lo llenó de autoridad, lo empoderó.
Jesús era un líder que hacía despertar el liderazgo en las personas a través del empoderamiento.
Él les enseñaba a sus discípulos cómo debían hacerse las cosas y les revelaba secretos para que hicieran algunas obras en su nombre.
Con esta misma porción de empoderamiento debemos actuar hacia los demás.
Tu y yo vivimos en una sociedad y mercado laboral donde la gente hace todo lo contrario, nos quieren comer el mandado, nos quieren amputar responsabilidades, dejarnos sin autoridad, para cerrucharnos el piso.
Ese es el gran complejo del tercer mundo. No queremos que la gente a nuestro alrededor se supere.
No queremos empoderarlos por que creemos que lo van usar en nuestra contra y nos quitarán el puesto de trabajo.
Si, Jesús muchas veces enseñó las maravillas de su Poder a través de milagros como cuando caminó por las aguas, multiplicó los panes, entre otros.
La lección de liderazgo aquí es que tu y yo debemos guiar con el ejemplo haciendo cosas extraordinarias para que seamos de inspiración para los demás y para que generemos credibilidad en lo que profesamos.
Un milagro hoy en día puede ser conseguir un trabajo soñado cuando llevas todas las de perder.
Puede ser lograr una negociación muy buena con un socio de negocios.
Desde la posición de liderazgo que nos encontremos tu y yo, vamos a impactar a las personas con las grandes cosas que logremos.
Jesús, como todo buen líder, aborda el estrés y la ansiedad en su gente y les invita y exige que dejen a cada día su propio afán.
25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
Un líder preocupado es un veneno mortal que se va insertando como suero por intravenosa en sus allegados.
Tu y yo no podemos adoptar los secretos del liderazgo de Jesús, ser líderes y estar en un mar de preocupaciones. Tarde o temprano lo van a notar y lo único que vamos hacer es destruir todo nuestro entorno.
Jesús era un gran ejemplo de la diplomacia. El podía hablar con sus enemigos mas feroces y mantener su temple de bondad y al mismo tiempo de autoridad divina y humana.
El instaba a que sus discípulos respetaran a su autoridades. Reprendió a Pedro cuando este le cortó la oreja a un soldado, hizo que sus discípulos entendieran por qué debían pagar impuestos, todo para menguar el ruido o la percepción negativa.
Y esto hacen los líderes diplomáticos. Dos presidentes que se detestan visceralmente, se sientan a negociar en una mesa con una elongada sonrisa.
La diplomacia no quiere decir que seas hipócrita, quiere decir que seas enfocado en lo que verdaderamente importa y no te enfoques en detalles que si te cae bien o mal la persona.
Es importante entender el balance de pelear con alguien o de desafiar con tacto y amabilidad.
Muchas veces callamos y no desafiamos a nuestros líderes por distintas razones: miedo, inseguridad, o simplemente por que no queremos.
El liderazgo de Jesús nos dejó claro que aún en situaciones extremas, debemos de encontrar argumentos sobrios para desafiar a las personas.
Esto actualmente se practica mucho en el coaching: el coach viene y generalmente te hace una serie de preguntas para que tu mismo vayas encontrando tus falencias o lo que sabes hacer mejor.
Jesús cuestionó a los que le acusaban, incluso cuando le dieron una bofetada, el dijo "Si he hablado mal, da testimonio de lo que he hablado mal; pero si hablé bien, ¿por qué me pegas?"
Como líder, cuando estés impartiendo un mensaje o bien cuando alguien más lo haga, debemos de abiertamente argumentar y desafiar a las personas - todo para el crecimiento mutuo, para aprender, y también para que las personas puedan desenvolverse un poco más.
El paradigma de que cuestionar a los mayores o a los líderes es mala educación, debe ser erradicado de nuestras vidas.
Tu y yo podemos preguntar, desafiar, y cuestionar cuando tengamos argumentos válidos.
Jesús hizo muchas promesas durante su liderazgo y las cumplió.
Se atrevió a prometer que resucitaría a la hija de Jairo y así lo hizo con tan sólo proferir unas palabras.
Le prometió a sus discípulos que resucitaría y así lo hizo.
Las promesas de Jesús fueron cumplidas en su totalidad y es lo que un gran líder hace.
Tu y yo debemos ser líderes constantes en lo que digamos. Debemos de cumplir lo que prometemos.
Si queremos transformar nuestro entorno y nuestras vidas tenemos que empezar a cumplir lo prometido.
Hay poder en cumplir algo que se promete, así como hay congoja a la N potencia cuando no se cumple.
Has sentido ese nudo en el pecho cuando alguien te dice "Uuuuh, sólo así pasas diciendo y nunca lo haces" - uno se siente torpe y fuera de control.
Por otro lado, cuando prometes algo y lo cumplís, la gente se emociona, crea un frenesí ahí bonito, y también dispara tus niveles de satisfacción.
La prudencia nos llevará muy largo a ti y a mi en nuestra carrera profesional y vida personal.
Es algo tan importante que debemos desplegar en todo momento para que nos vaya bien y para que podamos influir en las personas.
Jesús cada vez que sanaba a alguien le pedía que no dijeran nada. Él sabía que estaba bajo una misión y no era estratégico generar controversia.
Jesús nos invitó a que no hablaramos nada insensato con los demás por que después podía ser usado en nuestra contra. Siempre es una invitación a la prudencia.
Jesús conocía las situaciones donde potencialmente podía meterse a problemas, y huía de esos lugares o se mantenía en silencio, o cuando hablaba solamente decía las porciones necesarias y lo hacía con mucha...prudencia.
Fueron estos los diversos encuentros que tuvo con los famosos fariseos que siempre querían hacerle tropezar.
Tu y yo debemos absorber ese liderazgo para saber como lidiar con personas difíciles y el tipo de comunicación que debemos adoptar para cada situación - todo bajo el filtro de la prudencia.
Un liderazgo efectivo no desecha a las personas, solamente las reubica de acuerdo a sus capacidades.
También, cuando se cometen errores no busca como condenarlos, sino más bien fortalecerlos mediante el aprendizaje continuo del fracaso.
Jesús recogió a María Magdalena, habló con ella, le reveló todo lo que estaba haciendo mal, la perdonó, pero al final le dijo algo clave: que lo dejara de hacer.
Una segunda oportunidad debe tener las expectativas claras de que no hay cabida para un segundo error.
El liderazgo debe adoptar una actitud tolerante con las personas pero no con los errores.
Jesús rechazaba el pecado de María Magdalena pero no la desechaba a ella.
La vida de Jesús estuvo llena de innumerables lecciones de liderazgo que pueden ser aplicadas en nuestro contexto actual.
Hablar en público fue una de las grandes destrezas de Jesús y en estos tiempos es una de las habilidades más demandadas en el mercado laboral.
Cómo líder debes tener un atributo remarcable que es la asertividad. Con esto vas a poder influenciar a las personas y generar cambios además de brindar confianza.
Se nos ha hablado mucho a ti y a mí acerca de la humildad y desde hace dos mil años Jesús nos enseñó que un líder no sólo necesita ser humilde pero también tener cuidado de no aparentar querer ser humilde.
Servir a los demás debe ser algo muy táctico, no solo servir por servir. Debes hacerlo intencionalmente para el bien común y transformacional de los demás.
El poder de la comunicación efectiva es increíble. Jesús movilizaba miles de personas con sus mensajes y las influenciaba en cambiar sus vidas.
Tener una visión es como un carro con aceite recién cambiado. Es lo que nos hace funcionar bien.
Un líder con pasión y que sabe priorizar las actividades que coadyuven a ejecutar esa pasión, es un líder altamente efectivo.
Delegar es una actividad estratégica para funcionar al cien y no quemarte en los procesos.
Las críticas que te hagan como líder deben ser tomadas de manera positiva.
Enojarse no es malo siempre y cuando sepas si lo amerita y que no se transforme en ira - la cual SI puede ser muy destructiva.
Alguien como Jesús el líder, hace su trabajo con una gran sonrisa en el rostro. El trabajo es una bendición y amerita hacerlo a la perfección.
Las personas necesitan de nuestra comprensión y debemos siempre considerar el trasfondo y la cultura que cada uno trae.
Es estratégico no sólo enseñar a las personas pero también empoderarlos con conocimiento o con autoridad para que puedan desarrollar potencial.
El liderazgo debe ser un constante ejemplo de lograr cosas grandes casi imposible de lograr.
La preocupación es inaceptable en un líder. El líder debe ser alguien jovial que inyecte entusiasmo.
Siempre que interactues con alguien, aunque fuera tu enemigo, debes ser diplomático.
No todo lo que las personas digan es cierto y no debemos asentir sólo por quedar bien, debemos también cuestionar y desafiar lo que las personas digan cuando no están en lo correcto.
Cada promesa que hagas debes cumplirla. Jesús como modelo líder nos enseñó que es mejor no prometer si no vas a cumplir.
Para hablar con liderazgo se requiere de mucho balance, tacto, y cuidado - esto se llama prudencia.
Las personas cometen errores - merecen una segunda oportunidad. El liderazgo efectivo brinda segundas oportunidades.
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13. Empoderar a los demás
Ciertamente, desde cualquier punto de vista, Jesús empoderaba a las personas y es algo que todo líder debe hacer.
Una cosa es delegar tareas a las personas aptas y dispuestas, otra es entregar autoridad para que las personas tomen iniciativas.
Jesús les dió la potestad de hechar afuera demonios, una autoridad divina.
Le dió las llaves de los cielos a Pedro, literal o figurativamente, pero sí lo llenó de autoridad, lo empoderó.
Jesús era un líder que hacía despertar el liderazgo en las personas a través del empoderamiento.
Él les enseñaba a sus discípulos cómo debían hacerse las cosas y les revelaba secretos para que hicieran algunas obras en su nombre.
Con esta misma porción de empoderamiento debemos actuar hacia los demás.
Tu y yo vivimos en una sociedad y mercado laboral donde la gente hace todo lo contrario, nos quieren comer el mandado, nos quieren amputar responsabilidades, dejarnos sin autoridad, para cerrucharnos el piso.
Ese es el gran complejo del tercer mundo. No queremos que la gente a nuestro alrededor se supere.
No queremos empoderarlos por que creemos que lo van usar en nuestra contra y nos quitarán el puesto de trabajo.
14. Enseñar por medio de milagros
Si, Jesús muchas veces enseñó las maravillas de su Poder a través de milagros como cuando caminó por las aguas, multiplicó los panes, entre otros.
La lección de liderazgo aquí es que tu y yo debemos guiar con el ejemplo haciendo cosas extraordinarias para que seamos de inspiración para los demás y para que generemos credibilidad en lo que profesamos.
Un milagro hoy en día puede ser conseguir un trabajo soñado cuando llevas todas las de perder.
Puede ser lograr una negociación muy buena con un socio de negocios.
Desde la posición de liderazgo que nos encontremos tu y yo, vamos a impactar a las personas con las grandes cosas que logremos.
15. No vivas preocupado
Jesús, como todo buen líder, aborda el estrés y la ansiedad en su gente y les invita y exige que dejen a cada día su propio afán.
Mateo 6:
25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
Un líder preocupado es un veneno mortal que se va insertando como suero por intravenosa en sus allegados.
Tu y yo no podemos adoptar los secretos del liderazgo de Jesús, ser líderes y estar en un mar de preocupaciones. Tarde o temprano lo van a notar y lo único que vamos hacer es destruir todo nuestro entorno.
16. Ser diplomático y amable
Jesús era un gran ejemplo de la diplomacia. El podía hablar con sus enemigos mas feroces y mantener su temple de bondad y al mismo tiempo de autoridad divina y humana.
El instaba a que sus discípulos respetaran a su autoridades. Reprendió a Pedro cuando este le cortó la oreja a un soldado, hizo que sus discípulos entendieran por qué debían pagar impuestos, todo para menguar el ruido o la percepción negativa.
Y esto hacen los líderes diplomáticos. Dos presidentes que se detestan visceralmente, se sientan a negociar en una mesa con una elongada sonrisa.
La diplomacia no quiere decir que seas hipócrita, quiere decir que seas enfocado en lo que verdaderamente importa y no te enfoques en detalles que si te cae bien o mal la persona.
17. Saber desafiar a las personas
Es importante entender el balance de pelear con alguien o de desafiar con tacto y amabilidad.
Muchas veces callamos y no desafiamos a nuestros líderes por distintas razones: miedo, inseguridad, o simplemente por que no queremos.
El liderazgo de Jesús nos dejó claro que aún en situaciones extremas, debemos de encontrar argumentos sobrios para desafiar a las personas.
Esto actualmente se practica mucho en el coaching: el coach viene y generalmente te hace una serie de preguntas para que tu mismo vayas encontrando tus falencias o lo que sabes hacer mejor.
- Te puede interesar: Cómo debatir con una figura pública
Jesús cuestionó a los que le acusaban, incluso cuando le dieron una bofetada, el dijo "Si he hablado mal, da testimonio de lo que he hablado mal; pero si hablé bien, ¿por qué me pegas?"
Como líder, cuando estés impartiendo un mensaje o bien cuando alguien más lo haga, debemos de abiertamente argumentar y desafiar a las personas - todo para el crecimiento mutuo, para aprender, y también para que las personas puedan desenvolverse un poco más.
El paradigma de que cuestionar a los mayores o a los líderes es mala educación, debe ser erradicado de nuestras vidas.
Tu y yo podemos preguntar, desafiar, y cuestionar cuando tengamos argumentos válidos.
18. Cumplir lo prometido
Jesús hizo muchas promesas durante su liderazgo y las cumplió.
Se atrevió a prometer que resucitaría a la hija de Jairo y así lo hizo con tan sólo proferir unas palabras.
Le prometió a sus discípulos que resucitaría y así lo hizo.
Las promesas de Jesús fueron cumplidas en su totalidad y es lo que un gran líder hace.
Tu y yo debemos ser líderes constantes en lo que digamos. Debemos de cumplir lo que prometemos.
Si queremos transformar nuestro entorno y nuestras vidas tenemos que empezar a cumplir lo prometido.
Hay poder en cumplir algo que se promete, así como hay congoja a la N potencia cuando no se cumple.
Has sentido ese nudo en el pecho cuando alguien te dice "Uuuuh, sólo así pasas diciendo y nunca lo haces" - uno se siente torpe y fuera de control.
Por otro lado, cuando prometes algo y lo cumplís, la gente se emociona, crea un frenesí ahí bonito, y también dispara tus niveles de satisfacción.
19. Ser prudente
La prudencia nos llevará muy largo a ti y a mi en nuestra carrera profesional y vida personal.
Es algo tan importante que debemos desplegar en todo momento para que nos vaya bien y para que podamos influir en las personas.
Jesús cada vez que sanaba a alguien le pedía que no dijeran nada. Él sabía que estaba bajo una misión y no era estratégico generar controversia.
Jesús nos invitó a que no hablaramos nada insensato con los demás por que después podía ser usado en nuestra contra. Siempre es una invitación a la prudencia.
Jesús conocía las situaciones donde potencialmente podía meterse a problemas, y huía de esos lugares o se mantenía en silencio, o cuando hablaba solamente decía las porciones necesarias y lo hacía con mucha...prudencia.
Fueron estos los diversos encuentros que tuvo con los famosos fariseos que siempre querían hacerle tropezar.
Tu y yo debemos absorber ese liderazgo para saber como lidiar con personas difíciles y el tipo de comunicación que debemos adoptar para cada situación - todo bajo el filtro de la prudencia.
20. Dar segunda oportunidad
Un liderazgo efectivo no desecha a las personas, solamente las reubica de acuerdo a sus capacidades.
También, cuando se cometen errores no busca como condenarlos, sino más bien fortalecerlos mediante el aprendizaje continuo del fracaso.
Jesús recogió a María Magdalena, habló con ella, le reveló todo lo que estaba haciendo mal, la perdonó, pero al final le dijo algo clave: que lo dejara de hacer.
Una segunda oportunidad debe tener las expectativas claras de que no hay cabida para un segundo error.
El liderazgo debe adoptar una actitud tolerante con las personas pero no con los errores.
Jesús rechazaba el pecado de María Magdalena pero no la desechaba a ella.
Conclusiones
La vida de Jesús estuvo llena de innumerables lecciones de liderazgo que pueden ser aplicadas en nuestro contexto actual.
Hablar en público fue una de las grandes destrezas de Jesús y en estos tiempos es una de las habilidades más demandadas en el mercado laboral.
Cómo líder debes tener un atributo remarcable que es la asertividad. Con esto vas a poder influenciar a las personas y generar cambios además de brindar confianza.
Se nos ha hablado mucho a ti y a mí acerca de la humildad y desde hace dos mil años Jesús nos enseñó que un líder no sólo necesita ser humilde pero también tener cuidado de no aparentar querer ser humilde.
Servir a los demás debe ser algo muy táctico, no solo servir por servir. Debes hacerlo intencionalmente para el bien común y transformacional de los demás.
El poder de la comunicación efectiva es increíble. Jesús movilizaba miles de personas con sus mensajes y las influenciaba en cambiar sus vidas.
Tener una visión es como un carro con aceite recién cambiado. Es lo que nos hace funcionar bien.
Un líder con pasión y que sabe priorizar las actividades que coadyuven a ejecutar esa pasión, es un líder altamente efectivo.
Delegar es una actividad estratégica para funcionar al cien y no quemarte en los procesos.
Las críticas que te hagan como líder deben ser tomadas de manera positiva.
Enojarse no es malo siempre y cuando sepas si lo amerita y que no se transforme en ira - la cual SI puede ser muy destructiva.
Alguien como Jesús el líder, hace su trabajo con una gran sonrisa en el rostro. El trabajo es una bendición y amerita hacerlo a la perfección.
Las personas necesitan de nuestra comprensión y debemos siempre considerar el trasfondo y la cultura que cada uno trae.
Es estratégico no sólo enseñar a las personas pero también empoderarlos con conocimiento o con autoridad para que puedan desarrollar potencial.
El liderazgo debe ser un constante ejemplo de lograr cosas grandes casi imposible de lograr.
La preocupación es inaceptable en un líder. El líder debe ser alguien jovial que inyecte entusiasmo.
Siempre que interactues con alguien, aunque fuera tu enemigo, debes ser diplomático.
No todo lo que las personas digan es cierto y no debemos asentir sólo por quedar bien, debemos también cuestionar y desafiar lo que las personas digan cuando no están en lo correcto.
Cada promesa que hagas debes cumplirla. Jesús como modelo líder nos enseñó que es mejor no prometer si no vas a cumplir.
Para hablar con liderazgo se requiere de mucho balance, tacto, y cuidado - esto se llama prudencia.
Las personas cometen errores - merecen una segunda oportunidad. El liderazgo efectivo brinda segundas oportunidades.
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7 Comentarios
Excelente información. No he encontrado algo mejor que esta brillante exposición.Felicitaciones al autor.
ResponderBorrarMil gracias por tu cálido y valioso mensaje, estimado David. Un abrazo.
BorrarExtraordinrias enseñanzas.Emulemos a JESUS.Excelente registro
ResponderBorrarValiosa información me gustaría leer mas sobre el tema, las explicaciones claras y concretas encada en una meta , ser un lider
ResponderBorrarExcelente, amigo, contáctame o sigue mi cuenta en https://www.instagram.com/beto.locuencia/ para conseguir más tips valiosos de liderazgo.
BorrarExcelente material, soy docente y lo podremos en practica en nuestra institución con docentes y estudiantes. Muchas gracias
ResponderBorrarMil gracias, amigo! Un honor que puedas compartir estas enseñanzas y un gusto leer tu comentario. Quedo a tu disposición si necesitas que hagamos algo juntos, una charla virtual, etc.
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